Chapter 14
Sebastián
Pero la conversación no terminó como yo esperaba y además de que escuchaba que ella me insultaba, me quedaba con la preocupación de si Marco había intentado algo con ella o no.
Pero para colmo de males...ahora me enteraba de que ella tenía una cita y yo juro que esto era más de lo que yo o mi lobo podíamos aceptar.
-¡Voy a matar ese desgraciado ahora mismo!— decía a y mi que beta intentaba controlarme fuera de la fiesta, sin mucho éxito.
-Sebastián... créeme que a estas alturas yo sería feliz de que fuéramos a acabar con ese alfa... jamás me ha gustado, pero no solo Razzio es una de las más poderosas, sino que sería un suicidio en este preciso momento en un lugar lleno de alfas, sería declarar la guerra y tenemos que ser más inteligentes- me decía él mientras yo buscaba e intentaba soltarme de su agarre. Jamás en mi vida había imaginado sentirme así.
-Y no sabemos si la cita que ella tiene es con él... honestamente no creo que ella esté saliendo con ningún Alfa- me decía David y yo sentía que no podía pensar correctamente.
-Es el único hombre que le he olido, además de su hermano, ¿quién más podría ser?- pregunto.
-Pues no lo sabemos y tenemos que averiguar... no sabemos nada de ella Sebastián, han pasado años desde la última vez que la viste- responde él y tiene razón. Aunque la idea me desagrada, yo debería ser quien la conoce más que nadie en el mundo.
Y cuando volvemos a la supuesta fiesta me tropiezo con Xavier quien parece estar extremadamente molesto.
-El estúpido de Marco se está metiendo con unas chicas humanas- dice él cuando lo detenemos y tiene una actitud de querer matar a alguien.
-¿Dónde está?- pregunto y Xavier nos guía y efectivamente ahí estaba él hablando con unas chicas.This text is property of Nô/velD/rama.Org.
-¿Por qué no se vienen con nosotros al bosque? Van a ver que se van a divertir...- decía marco acosándolas. Mucho que decía que odiaba a los humanos, pero ahí estaba... buscando la atención de unas chicas humanas.
-¿Al bosque?— preguntaban ellas nerviosas y no muy cómoda con los acercamientos de él y su beta. Eran dos mujeres jóvenes que sin duda no deberían estar en las garras de él. No entiendo como nunca había visto el verdadero Marco, un tipo sin escrúpulos.
Y yo tenía que interferir, pero no sabía cómo. Hasta que se me ocurre algo.
-David... ve al bosque y comienza a aullar. Alfa Xavier puedes ir al bar y pedir ayuda, decir que hay alguien en problemas. Yo iré a la fiesta y llamaré a la dueña del restaurante-digo. Y así hacemos. Empiezan los aullidos y as chicas tiemblan, una pareja aparece y la gente del pueblo empiezan a pensar que hay lobos cerca. Inmediatamente, llega la policía sugiriendo que lo mejor es que cada quien vaya
a su casa.
Yo intercepto diciendo a la policía
que nos vamos, incluyendo Marco, y así los alfas quedamos bien. Marco me mira de reojo, pero no creo que sospeche nada. Lo seguimos por un rato pero no observamos
absolutamente nada y tampoco se acerca a la casa de Tatiana.
-Me voy a quedar aquí afuera, David no puedo dejarla sola-
Ella pasa el sábado contenta con sus hermanos. También me doy cuenta de que le da de comer a los lobos salvajes y yo simplemente me quedo ahí en las sombras de su jardín observando todo lo que puedo de ella en la ventana.
Los hermanos por supuesto son conscientes de que yo estoy afuera y en un momento cuando ella va a salir, la previenen de que anda un poco ligera de ropa y yo gruño. Solo la diosa sabe lo que me hubiese gustado verla con lo que traía puesto, aunque sin duda alguna sería mejor verla sin nada. Aún, solo de recordarla en su ropa interior, me calienta.
Escucho a lo lejos que ella habla de que va a venir su cita... y no sé si era peor que un alfa. Era un simple humano que tenía una apariencia de patán. Yo gruñí y tenía miedo que ella me escuchara, pero cuando la vi salir... con un vestido rojo precioso me di cuenta de que esto ǹò era una tonta cita y que ella iba en serio, realmente quería y deslumbrar.
Por la diosa luna... se veía exquisita. El vestido le quedaba como un guante y sus curvas eran de infarto. Hacía que mi deseo se elevara al infinito. Quería tocarla, hacerla gritar, que viniera para mí mil veces más.
Ese vestido era el pecado mismo, sin duda. Y si antes tenía celos, pues ahora estaba mucho peor, y justo cuando iba a perseguirla, David apareció para contenerme.
-¡Déjame ir tras ella!- le decía a los gritos.
-¡Mi mate estaba vestida muy sexy yendo una cita con un estúpido humano!—
-¿Y qué vas a hacer? ¿Armarle un show en donde sea que ella vaya? ¿Qué ganarías con eso?- Nada, pero yo no podía pensar.
Y cuando vi que salieron los hermanos me di cuenta de que era mi oportunidad.
-Ustedes... decía yo acercándome a la puerta mientras ellos me miraban ahí en el umbral aterrados.
-¿Por qué persigue a nuestra hermana?— me dijo Henry y me asombró su atrevimiento. No cualquiera le habla así a un Alfa y menos un muchacho joven, pero sin duda él la quería y le preocupaba y eso no me molestaba en lo absoluto.