Capítulo 213
Capítulo 213
“Ella está loca, no le hagas caso Vamos, primera debemos buscar a alguien.”
Diana, molesta, empujó a Paloma al suelo y se fue en el carro con Herminio para buscar a Lluvia,
Paloma, tirada en el suelo y funosa, pritó: “Ah.. Están todos locos!”
En ese momento, Cristián salió con su hijo en la sila de ruedas Miró a Paloma con una mirada profunda y dijo: “Los locos no son ellos, eres tú. En lugar de estar aqul haciendo un escándalo, mejor vete a tu casa y fijate bien qué está haciendo tu querido esposo a tus espaldas.”
Paloma, algo intimidada por Cristidin, se encogió un poco This belongs to NôvelDrama.Org: ©.
“Voy a ver. Mi esposo me ama demasiado como para traicionarme. Todos ustedes están envenenados por esa mentirosa de Soraya, creyendo sus locuras. Les voy a demostrar lo feliz que soy.”
La mirada de Cristián sobre Paloma era helada, como cuchillos de hielo clavándose en ella.
“Si vuelvo a escucharte insultar a mi esposa, haré que los Cabrera desaparezcan de la capital mañana mismo.”
Paloma, furiosa, contestó: “Te atreves! Soy tu tia.”
Cristian la mirė triamente: “Ni to comportas como alguien mayor de dónde sacas la cara para actuar as? Antes to toleraba por respeto a mi padre, pero ya estás cruzando la linea. Más te vale rezar porque Lluvia esté bien, si no, te las verás con la furia de mi abuelo”
En su momento, esta tía, por conseguir a Efrén Cabrera, armó todo un drama hasta que logró casarse en secreto. El abuelo y la abuela, por consentirla, terminaron cediendo y le dieron una generosa date. Pero con los años, se volvió cada vez más mezquina. Nunca imaginó que llegaria al punto de ignorar que su propia hija estaba siendo acosada en la escuela.
Mateo, sintiendo la tensión en su padre, miró a Paloma con sus grandes ojos, luego a su padre, mordiéndose un dedo
¿Por qué papá está enojado?
Por otro lado, Lluvia había huido de la mansión familiar comendo por las calles y avenidas, dejando atrás a la gente de los Fuentes, hasta llegar exhausta a la azotea del edificio del Grupo Cabrera.
Mirando el lugar que aparecia en sus sueños, sonrió con tristeza.
Lluvia levantó su mano y comenzó a bailar lentamente.
Nadie sabia cuánto amaba ballar. Desde pequeña quiso aprender pero su madre decía que eso era cosa de actores. Le insistia en convertiria en una empresaria de éxito, para que tomara su lugar al crecer
Ella, buscando la aprobación de sus padres, se esforzó mucho en sus estudios. Pero después de ser acosada en la secundaria, entendió que no importaba cuánto se esforzara. Nunca le prestarian atención.
Su padre no la amaba porque tenía otras hijas gemelas, mucho más hermosas que ella, como muñecas delicadas. Y su madre, solo tenia ojos para los negocios y su escasa atención se la daba a su desapegado padre y a su ignorante hermano.
La familia Fuentes perdió a Lluvia, y el abuelo, desesperado, llamó a Cristián para que sondeara a Soraya, esperando saber si ella tenis idea de donde podría haber ido Lluvia.
Cristián, sentado en su silla de ruedas, contestó: “Ella y Herminio ya están en búsqueda. Ela tiene ese sistema Chispita, seguramente sabe dónde fue Lluvia. Habla con Herminio.”
Después de colgar, acarició la cara de su hijo.
“¿Te asustaste?”
Mateo negó con la cabeza, luego asintió, confundido por el extraño comportamiento de todos en casa.
¿Por qué de repente todos desaparecieron?
En la azotea del Edificio del Grupo Cabrera, Lluvia danzaba como una mariposa en el aire. Aunque nunca recibió entrenamiento profesional, bailaba como si lo hubiera hecho, Cuando la casa estaba vacia, aprendia en linea, en secreto, para que su madre no la descubriera. Después de bailar hasta cansarse, ella camino lentamente hacia el borde de la azotea. Mirando el cielo azul profundo, las nubes blancas y difusas. Extendió sus manos, sintiendo el abrazo de la brisa, y su rostro se lluminó con una sonnsa de paz
“Si hubiera una próxima vida, qué maravilloso seria ser un pajaro. Poder volar libremente, sin preocupaciones ni ataduras “
En el camino hacia el Edificio del Grupo Cabrera, Soraya apuraba a Herminio,
“Apurate, si no, llegaremos tarde.”
Capitulo 214